Torre Iberdrola juega con la luz y el sonido en La Noche Blanca
La Noche Blanca se ha convertido en uno de los eventos más esperados del calendario y con el que se conmemora el aniversario de la villa de Bilbao. Los juegos de luces, espectáculos al aire libre o la música en directo, son un atractivo indiscutible que año tras año acerca a la ciudad a miles de ciudadanos deseando dejarse sorprender.
Torre Iberdrola, no ha faltado a su cita con La Noche Blanca y en el vestíbulo del edificio se pudo ver la instalación “Reflejos de sonido, ecos de luz”. Tres músicos interpretaban piezas de Bach bajo una gran manta suspendida del techo de 35 metros de longitud y 5,5 metros de ancho con la que se generaban infinidad de reflejos. Así fue el juego con el que quisimos recibir y sorprender a los visitantes de nuestro edificio. Un montaje sorprendente en el que acercarse a descubrir la relación que se establece entre la luz y el sonido y cuyo efecto se acrecentaba gracias a la particularidad de la arquitectura de la torre.
En los aledaños de Torre Iberdrola los habituales jardines se convirtieron en espacios de luz que atrajeron a multitud de personas que no quisieron perder la oportunidad de disfrutar de la atmósfera futurista creada y con la que vimos de nuevo Bilbao convertida en un gran mosaico de luz y color.